Ser mamá o papá y mantener un trabajo remunerado no es una tarea sencilla. La crianza puede ser agotadora y es un trabajo que no se acaba: dura todas las horas del día. Algunos padres tienen grupo de apoyo, trabajo flexible o simplemente mayor energía y paciencia para poder abarcar ambos aspectos. Sin embargo, para otros es más difícil y se vuelve imposible retomar la vida laboral profesionalcon uno o más hijos.
Especialmente en esta pandemia, balancear el cuidado de la familia con el trabajo remunerado es todo un desafío. En este artículo te entregamos consejos para que no te vuelvas loco en el intento.
Comparte la carga/pide ayuda
Hace mucho que la crianza no es solo tarea de la madre: conversa con tu pareja o papá del bebé e intentar llegar a un acuerdo que les acomode a todos. En el mismo sentido, no tengas vergüenza de pedir ayuda a tu círculo cercano o a contratar a una persona que te ayude con tu bebé. Cada uno hace lo que puede y quiere, no te sobrecargues innecesariamente.
Escúchate y confía en tí mismo
Si decides quedarte en casa a cuidar a tu bebé y dedicarte 100% a la crianza, no te sientas menos que otros papás o mamás que sí retomaron la vida laboral. La crianza también es un trabajo, y uno muy cansador: que no sea remunerado no significa que no es válido o suficiente.
Por otro lado, si decides retomar tu trabajo profesional, no te sientas culpable por estar menos tiempo con tu hijo: lo importante es la calidad del tiempo que pases con él, y que tu te sientas feliz y plena.
Organízate
Arma un horario en el que puedas tener tiempo para dedicarte y enfocarte en tu profesión, pero intenta dejar horas o momentos que sean importantes para tí y tu bebé. Por ejemplo, intenta llegar a comer y dormir a tu bebé, y cuando lo hagas, dedícale toda tu atención. O haz que los fin de semanas sean tiempo especial de calidad para la familia.
Agenda los eventos o fechas especiales que sí o sí quieres estar presente, y dales prioridadmientras se pueda.
Aprovecha las herramientas y oportunidades
No intentes cargar con todas las responsabilidades y tareas del hogar, crianza y, además, trabajo. Hoy en día existen una serie de herramientas tecnológicas que pueden ayudarte a delegar ciertas labores, como pedir las comprar de supermercado a través de una aplicación o poder llamar a tu hijo mediante videollamada.
Además, aprovecha los apoyos que entrega tu empleador o el Estado: guardería, bonos, espacios extras, horarios flexibles, descansos, etc. Habla con tu empleador si te sientes agobiada, quizás pueda ayudar.
Date tiempo para ti
Es muy fácil y común entregarse al mundo de la paternidad/maternidad, y desaparecer de todo lo demás. Intenta que tu vida no se reparta en la crianza y el trabajo: deja tiempo para ti, para estar sola, relajarte, o estar con amigos, divertirte, hacer deporte, realizar una actividad que te guste, o no hacer nada.
Cuida tu salud mental y física, no te estreses ni cargues demasiado. ¡Relájate! Los niños saben que estás haciendo lo mejor que puedes, no intentes ser perfecta.
Consejos de otros padres que trabajan
Deja de compararte con las demás
"Solía pensar que era la única que luchaba por hacer frente al equilibrio vida-trabajo; todas las otras madres trabajadoras que conozco parecían estar completamente al control de todo", dice Carolina, madre de Andrea (2 años) y de Mariela (4 años).
"Cuando finalmente me reuní para hablar con ellas sobre las dificultades que estaba experimentando, me di cuenta de que estaban tan estresadas como yo. Una vez que te das cuenta de que los padres superhéroes son un mito, todo se vuelve mucho mentalmente más fácil. Solo haces lo que puedes hacer", detalla Carolina.
Habla con tu jefe sobre el trabajo flexible.
"Estaba aburrida de sentirme agotada todo el tiempo, así que hablé con mi jefe sobre el trabajo flexible y para mi sorpresa estuvo de acuerdo", dice Elena, madre de Sofía (4 años) y Aidan (8 años). "Trabajo la misma cantidad de horas cada semana, pero en menos días, dándome más tiempo para dedicar a los niños", detalla.
"Al mismo tiempo, la calidad de mi trabajo ha mejorado, ya que al estar menos cansada también estoy más motivada para hacer las cosas. El trabajo flexible hace una gran diferencia. Convérsalo con tu empleador, te puedes sorprender”, aconseja Elena.
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