Los primeros días de lactancia materna, es normal que los pezones estén un poco sensibles. Esto debería disminuir al pasar los días. Lo que no es normal es que el dolor se mantenga y sea intenso. Por lo tanto, si este es tu caso, acude a un especialista para que te ayude a manejar las molestias de la lactancia.
Lo que se quiere evitar es que el dolor sea tanto que provoque un destete anticipado. La lactancia materna es el mejor alimento que le puedes dar a tu bebé, de manera exclusiva hasta los 6 meses de edad, y con alimentación complementaria hasta por lo menos los 2 años.
Aunque es común sentir dolor, también es usual lograr solucionar el problema: para eso, junto a un especialista se deben identificar las causas del dolor y así establecer medidas que lleven a una lactancia sin molestias.
Causas y consejos: dolor en los pezones
Agarre:ayudar al bebé a agarrarse o "prenderse" al pezón de la manera correcta puede solucionar el problema del dolor en los pezones. Esto evitará irritación y heridas. La cabeza del bebé debe estar levemente inclinada hacia atrás. El bebé debe introducir el pezón completamente dentro de su boca. Si es necesario, puedes sostener el pecho para ayudarlo.
Posición respecto al pecho: unido a lo anterior,la posición del bebé es fundamental para lograr un buen agarre y, por lo tanto, disminuir las molestias. Sostén la espalda y cabeza del bebé con una mano o con el brazo. El bebé debe poder alcanzar el pecho con facilidad.
Postura de la madre: prueba diferentes posturas hasta encontrar la que más le acomode a ambos. Te puedes recostar de lado para amamantar, o usar un cojín de lactancia para mayor comodidad.
Succión incorrecta: puede que el bebé tenga una postura y agarre adecuado, pero la succión no lo es, lo que podría irritar los pezones. Un especialista puede ayudar al bebé y la mamá a succionar bien con algunas técnicas específicas.
Infeccióncausada por bacterias: aunque todo lo anterior se esté realizando de modo adecuado, quizás igualmente tengas pezones irritados y agrietados. En este caso puede tratarse de una infección por bacterias u hongos: es importante acudir a un experto para que trate la infección con cierto medicamento adecuado para lactante y mamá.
Diferencia de temperatura: si sientes dolor después de amamantar, puede tener que ver con la diferencia de temperatura entre la boca tibia del bebé y el aire exterior. Puedes utilizar toallas o compresas calientes luego de la lactancia en los pechos. Consulta con un especialista si es buena idea para tu caso.
Congestión: cuando los pechos se congestionan, hay que buscar una solución rápidamente pues puede llevar a complicaciones que provocarán el destete. Cuando se congestiona el pecho, se pone duro y la areola del pezón también.
Otros consejos
Es importante observar cambios en los pechos y pezones, y cuidar el higiene de estos.
Lavar los pezones una vez al día con agua tibia pero sin jabón.
Aplicar un poco de leche materna en los pezones después de cada toma.
Dejar que los pezones se sequen solos.
Usar almohadillas absorbentes de algodón lavables.
Utilizar copas protectorasde plástico sobre la areola dentro de su sostén de lactancia para proteger los pezones del roce contra el sostén.
Amamantar primero del pecho menos irritado.
Cambiar posiciones al amamantar para aliviar la irritación
Amamantar seguido y por períodos más cortos.
Evitar el uso de chupetes y tetinas de biberón para que el bebé no succione de manera incorrecta el pecho.
Dar tiempo a los pezones para que sanen si es posible. Para mantener la producción de leche y al bebé alimentado con leche materna, extraer en los mismos horarios en que su bebé se amamanta.
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